domingo, 18 de diciembre de 2011

Todos locos



Estaba yo uno de esas noches en que duermes con una cosa al lado y te lo estás pasando tan bien que prolongas hasta bien entrado el día siguiente. Entre pelea y pelea, hubo un momento que decidimos cambiar de ring y seguir con la lucha en la bañera. Fue entonces cuando surgió un contratiempo que salí a solucionar ignorando que cuando volviese, iba a abrir la puerta para ver a la cosa duchándose y sonriéndome de una manera pluscuamperfecta. Sin saber exactamente por qué, al encontrarme esa escena tuve uno de esos microsegundos en que te saltas un latido. Uno de esos en los que se te pasan pensamientos por la cabeza que no has visto venir, dos millones de frases súper rápidas que acaban en un: qué afortunado soy ahora mismo y cómo es posible que esta persona haya conseguido que quiera darlo todo por ella.


Límpiate la pota y sigue leyendo.


Una de las muchas cosas que aprendí en mi microsegundo es que la primera diferencia entre la felicidad y la desgracia es que la felicidad nunca se puede ser predicha. Y en mi afán de destripar teorías populares hoy me veo obligado a apuntar con el dedo a todos los que afirman que están solos porque es mejor que estar mal acompañado, porque toda la gente esta loca. Lo gracioso es que todo el mundo dice que todo el mundo esta loco. Estas navidades te voy a regalar una tiza para que traces una línea entre los locos y los cuerdos y así me aclares qué es más disfuncional: estornudar dos veces en la primera cita o rechazar a alguien por hacerlo. Porque si te hablo de cómo era la cosa que estaba esperándome en la ducha alucinarías, y sin embargo eso no impidió que me haya hecho adicto a esos malditos microsegundos. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

Las tortugas ninja





Y me reitero en la idea de la bendita ignorancia. Porque si todo en este mundo se pudiese comprar con dinero, yo atesoraba los días en los que me quejo del mal funcionamiento de la línea uno de metro como si esa fuese la mayor de las desgracias que pudiese pasarme y pagaría por volver a ellos. Hay un punto entre la adolescencia y lo que viene después en el que pasas de huir de la rutina a abrazarla con ansia, un día en que se te acaba el peterpanismo de manera forzada: resulta que el cuento no es como te lo habían contado porque no es factible conseguir que tu existencia orbite como tarea principal en matar al dragón y besar a la princesa. Se te acaba el peterpanismo cuando te toca vivir esa circunstancia en la que te preguntas a tí mismo qué cojones hago yo aquí y por qué no tengo otra elección.

Por eso mismo me regurgito cuando oigo por enésima vez tu teoría de la coraza, el caparazón, las capas de la cebolla o lo que c*** te apetezca llamarle esta vez. Cada vez que le cuentas a alguien lo guay que eres por lo difícil que te resulta establecer relaciones de verdadera confianza con el resto debido a los muros que la vida te ha forzado a levantar, estás escribiendo en tu frente la palabra capullo. La mentira esta tan trillada que la gente se ruboriza al oírla. El único problema que tienes es que estás tan desesperado por exponerte a una vida que no llega, que tratas de que no sea tan obvio lo vulnerable que eres, "inventándote" semejante patochada. Y en esa adicción a la sensación de que podemos controlar todo lo que nos pasa, lo único que conseguimos es que el impacto con la realidad sea más fuerte. Madura un poco, anda, capullo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Everytime he closed his eyes





Paradise. 

Creo en las señales, porque es divertido. Porque es divertido imaginar que el mundo confabula a tus espaldas, poniéndose de acuerdo para enseñarte, para sembrar ideas en tu cabeza, para inspirarte, con la paciencia que requiere repetirte la lección las veces necesarias. Vaya teatrillo tenéis montado, no creáis que no me he dado cuenta. El planeta identificó la pieza que faltaba y esta semana tuvo que venir una conocida actriz a interpretar una obra que ya había visto recientemente pero a la que no le había atendido demasiado bien. El talento de esta intérprete es herencia de su madre, de la que aprendió a representar una pieza que te transporta a un lugar protegido donde eres invulnerable, donde se juega a la generosidad con las luces apagadas, porque cuanto más grande es, menos la ves. 

Así es como ha dejado de tener sentido quejarme de esta ciudad o ninguna otra... Porque la moraleja de este teatrillo es que nuestro lugar está donde está la gente que te quiere. Supongo que el apátrida que tituló este blog quiso hacer referencia sin ser muy consciente de ello a el tiempo que perdemos buscando lo que queremos hasta que lo que nos quiere nos encuentra a nosotros. Lección aprendida, ahora a esperar a la siguiente señal.



jueves, 10 de noviembre de 2011

La Universidad de la Calle



Orange y Movistar han estado jugando con mi línea de internet (y con mis sentimientos en definitiva, que todos los días en cuanto me despertaba iba corriendo al router a ver si habían venido los Reyes Magos) durante una semana, pero no te preocupes, porque cuando vaticiné este hecho prometí cincelar toda la materia carne de blog, y así lo hice. Aquí van las dos cosas que he aprendido estos días en las calles:


Número uno (palito): la gente me mira. Guiberfucker. Lejos de "El Secreto" y lo que te cuenta tu amiga la guapa de la que todos van detrás, soy la prueba viviente de que la belleza es una actitud. No me preguntes dónde está la magia en esta situación porque no puedo explicarte claramente la relación que existe entre que te mires al espejo y te gustes, y que el efecto se propague a medida que te mueves por la ciudad como si llevases un desodorante mágico. Lo que si puedo explicarte es que la parte más difícil de que tu presencia agrade a los demás es agradarte a ti mismo, y te aviso desde ya que eso es algo que va más allá de lo físico.
Pero el diablo está en los detalles, dicen los ingleses. La contrapartida del dominio de este superpoder es que si la belleza se te huele entre los poros, lo mismo pasa con la fealdad, la pobreza, la envidía o el egoísmo. Todas las actitudes son perceptibles a niveles que no podemos imaginarnos por eso (aquí enlazo con "la tarea del héroe" que me cuadra de maravilla) no me cansaré de repetirte que tengas cuidado con lo que piensas y sientes, no sólo con lo que haces, porque todo ello lo llevas escrito en la cara.


Número dos (palito palito): 'simple' no es un adjetivo peyorativo. Hace poco tiempo hablaba con un amigo italiano ante el que siempre me he mostrado un poco escéptico (a veces es muy italiano) y cuando no pude evitar comentarle mi asombro ante lo rápido que se estaba embarrando en una relación nueva me dejó con el culo torcido cuando me respondió: "sólo necesito tres cosas en esta vida para ser feliz: a toilet, a bed and a job". Mucho me temo que madurar se basa en sostener tu felicidad sobre cosas sencillas: es menos cool a la hora de abarcar conversaciones en la sobremesa, pero es mucho más práctico a la hora de sobrevivir. ¿Sabes esta gente "fiestera" que critica mucho a sus amigos cuando al tener pareja dejan de salir tanto de juerga y pasan más tiempo en casa? Esa gente quiere una relación con especial ahínco.

martes, 1 de noviembre de 2011

La tarea del héroe


Y precisamente en la línea de mi última entrada, por circunstancias que no controlo me veo hoy separado por caros billetes de vuelo de tres de los pilares sobre los que se sostenía mi tiempo perdido estos últimos años. La consecuencia más inmediata es un exceso de horas para mi persona que he intentado enriquecer de la manera más exitosa posible sin darme cuenta de que, al margen de lo que haga, cada vez que estoy solo, peso menos. Porque todo el tiempo que paso a solas lo hago sin identidad.

Así es como he entendido el verdadero sentido del anonimato del héroe, ese cuyas acciones no están desacreditadas por su pasado o por la persona que es. Ese que se puede permitir ser su opuesto cuando lleva máscara. He escuchado muchas veces que conocerse más a uno mismo pasa por disfrutar del tiempo en solitario, pero es mentira. Porque cuando nadie nos ve, no somos nadie. Cuando estás solo no tienes nombre porque nadie te pronuncia. Los adjetivos que nos califican (al fin y al cabo, gran parte de nuestra identidad) vienen de fuera, son dependientes de una audiencia juez que puede ser tan desacertada como dispar. Pero no cometas el error de pensar que el tiempo en solitario no cuenta, porque la audiencia nos califica, pero el tiempo sin identidad, paradójicamente,  nos define. Cuando estás solo tienes la verdadera oportunidad de ser en esencia el más altruísta o el más egoísta. Por eso deberías medir bien lo que piensas, sientes y haces cuando las luces están apagadas, porque es lo que realmente diferencia al héroe del villano.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Ángulo Muerto II




En la entrada del piso donde vivo ahora hay dos espejos que abarcan toda la pared, formando un ángulo de noventa grados. Las imágenes se proyectan de manera casi cubista en cuatro planos diferentes, aparentando que hay mucho más espacio del que en realidad hay.

Últimamente me paraliza pensar que con la vida ocurre justo lo contrario. Hay cuatro planos sobre los que todo se proyecta, dándole una grandiosidad a nuestra existencia que nos enlaza con desconocidos en una red de probabilidades ínfima. Pero nosotros sólo vemos uno. Es imposible tomar una decisión, ser uno mismo, ser inocente o culpable, ser juez. Me paraliza pensar que la mejor versión de mí mismo pueda llegar a perderte porque se escriba un mapa de casualidades desfavorables en los otros tres planos que no alcanzo a dominar. Pero aún más paralizante que esa realidad, encuentro aquella en la que no llego a tenerte nunca, exactamente por el mismo motivo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Ángulo muerto


Esta tarde he tirado una moneda al aire. Ha salido cara, eso era que sí: que sí me iba a salir cara la tarde. Pero me valió para algo importante, porque me volví a casa pensando que gran parte de estar contento con uno mismo pasa por no buscar los motivos de todo. Bendita ignorancia. Durante mucho tiempo he convertido mis días en un acto de fe, en una búsqueda continúa de explicaciones que me hiciesen entender lo que nunca voy a entender, inventándomelas según mi lógica y creyéndomelas cual misterio revelado. Y si algo tienen en común todas las religiones, es que son un coñazo... Dogmas ante los que doblegarse sin prueba ninguna, solo por entregarte al valiente acto de creer en algo. Cada vez que he querido comprender historias que no comprendía, cada café que me he tomado buscándole el sentido a comportamientos, a situaciones y a accidentes cromosómicos sin tener todos los datos, han sido tan útiles como ir todos los domingos a misa a que me ostien. Con solo dos ojos no puedes ver todas las persepectivas de una historia... Acuérdate de esta entrada la próxima vez que llegue a tu mente un "yo creo que..", "a mi me da la sensación..." o "esto será por...", porque todo lo que sigue a ese tipo de frases no es más que una apuesta...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Vanidad


Aún a riesgo de desacreditar todas las entradas anteriores y venideras, he de reconocer que éste es un topic que me encanta. Me recreo en la belleza ajena, soy un maleducado, soy indiscreto y no me importa. Es más, me encanta la sensación tan satisfactoria a la par que efímera que se vierte por todos mis poros cuando me rindo ante mis instintos más primarios. Porque se pueden decir muchas cosas de la belleza y una de ellas es que es pura biología. La belleza despierta nuestros sentidos, es adictiva. La belleza es rápida, se desvanece en seguida, es libre y estridente, es opuesta, es tristeza y alegría, es exclusiva y excluyente. La belleza es egoísta y como todo don tiene un precio. Este es el subtema que más me gusta del topic. El hombre creo las artes precisamente bajo el efecto hipnótico de la belleza, con la intención de captarla, de darle calidad atemporal. Buen intento humanoides, pero el arte no es suficiente. Porque la belleza tiene un precio que no es tan obvio como el resto de sus atributos.

Como las polillas a la luz. La he conocido en múltiples manifestaciones y no dejo de maravillarme ante el efecto que tiene en las personas. Porque la belleza también es carencia. Y lo cierto es que todas las personas que he conocido con esa belleza manifiesta de la que hablo, esa belleza objetiva que todo el mundo reconoce porque no esta sujeta a gustos, porque es impositiva, han estado carentes. Carentes de un conocimiento que se aprende cuando las cosas no son fáciles, cuando no todo el mundo es complaciente, cuando las relaciones que mantienes con el resto penden de una generosidad mayor que la que se desprende de tu cara.

Hace poco empecé a leer El Alquimista, de Paulo Coelho, y me topé con uno de los mejores prólogos que he leído en mucho tiempo:

    "El Alquimista conocía la leyenda de Narciso, un hermoso joven que todos los días iba a contemplar su propia belleza en un lago. Estaba tan fascinado consigo mismo que un día se cayó dentro del lago y se murió ahogado. En el lugar donde se cayó nació una flor, a la que llamaron narciso.
    Pero no era así como Oscar Wilde acababa la historia. Él decía que cuando Narciso murió, llegaron las Óreades -diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce que era, en un cántaro de lágrimas saladas.
    -¿Por qué lloras? -le preguntaron las Óreades.
    -Lloro por Narciso -repuso el lago.
    -¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso! -prosiguieron ellas-. Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
    -¿Pero Narciso era bello? -preguntó el lago.
    -¿Quién sino tú podría saberlo? - respondieron sorprendidas las Óreades-. En definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.
    El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente dijo:
    -Yo lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello.
    >>Lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza."

viernes, 16 de septiembre de 2011


- ¿Qué podría decirte, oh venerable? - replicó Siddhartha-. ¿Quizá que buscas demasiado y que a fuerza de buscar ya no encuentras?
- ¿Cómo así? -preguntó Govinda.
- Cuando alguien busca -dijo Siddartha-, suele ocurrir que sus ojos sólo ven aquello que anda buscando, y ya no logra encontrar nada ni se vuelve receptivo a nada porque sólo piensa en lo que busca, porque tiene un objetivo y se halla poseído por él. Buscar significa tener un objetivo. Pero encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos. Tú, honorable, quizás seas de verdad un buscador, pues al perseguir tu objetivo no ves muchas cosas que tienes a la vista.

Hermann Hesse. Siddhartha  

domingo, 11 de septiembre de 2011

September issue


Soy ese amigo que tienes que te frustra porque comete siempre el mismo error. Mi abuelo siempre decía que si los tontos volaran, no veríamos el sol, y me lo decía para consolarme, para que entendiera que no estoy solo, que hay más gente volando conmigo. Recientemente he descubierto, que lo que yo llamo amigo, se define por esas personas que tienen la respuesta que no quieres oír a la maldita pregunta, "¿cómo dejo de cometer este error?" Ellos lo saben. La calidad de la relación que mantengas con ellos depende de si te dan esa respuesta o fingen que no tienen ni idea.

Septiembre es el mes. Es mi mes. Es el mes en el que realmente empieza y acaba el año. La luz es diferente en septiembre, anuncia algo. Septiembre huele a hierba mojada, a libro nuevo. Septiembre es oportunidad, es el mes de la potencialidad, el único tiempo no errático porque son treinta días para ensayar, para pensar en quién quieres ser este curso. Y este curso no quieres seguir cometiendo el mismo error, porque ya son veinticuatro septiembres. Porque has conocido a mucha gente nueva últimamente, que te ha enseñado que en una primera impresión son capaces de saber más de ti lo que te sabes tú; que te han enseñado que los límites te los has estado poniendo tú a ti mismo todo este tiempo.

Todo un post para sugerirte sutilmente qué es lo que quiero que me regales este año: deja de romperte la cabeza tratando de impresionarme, regálame un error nuevo.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Equilibrio.



I care.

Necesito una caja grande antes de volver a España. Una caja enorme donde pueda meter todo lo que tengo que enseñarte para que no me sienta frustrado cuando me preguntes por estos dos meses y el lenguaje se me quede corto. Una caja con espacio suficiente para: Loonies to Blow, A-Trak ft. Drake; Moves Like Jagger, Maroon 5; Bounce, Kelis; Dance Dance Dance Lykke Li; From the Music, The Potbellez; Super Bass, Nicki Minaj; Glad I Came, The Wanted,...; un bote inagotable de self-confident que venía buscando los últimos veinte años; millones de palabras nuevas; 374 fotos y subiendo; Band of Brothers; "what ar yu tokin to me?"; un rasguño en el dedo corazón que me hice jugando a "tops" que no quiero que se cure; nuevos nicknames tales como George, Pajego, GoDiegoGo, Diegoner; conocimiento sobre cómo surfear; un nuevo grupo masónico del que formo parte en Facebook; y sobre todo nombres nuevos a los que deberías acostumbrarte porque vas a oirlos más de una vez, como Thomas, Ricardo, Jeremy, Till, Angy,...

Recientemente estoy teniendo algún que otro de esos momentos en los que te pones a pensar en nada en concreto y acabas teniendo que contenerte un poco para que no se te salte alguna lágrima. Seguro que sabes a lo que me refiero, como cuando te asomas a mucha altura y la respiración de repente parece más forzada, como cuando crees que has perdido el móvil y te saltas un latido, como cuando anticipas la nostalgia,... Como cuando sientes que vas a perder el equilibrio.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Agravio Comparativo



Siempre que escucho a alguien decir que los hombres somos unos cerdos me pregunto, ¿cuál de los dos animales sale perdiendo ante esta declaración? Yo respondo, que para eso soy el editor jefe: las mujeres. Las mujeres o en su defecto, cualquier ser humano que haya hecho daño romántico-emocional a un hombre, porque lo que si, que si, que si que es cierto es que cerdo no se nace, se hace. Es un escalafón al que se llega cuando te la juegan la primera vez, cuando te quitan el precinto emocional porque van a empezar a usarte, y la historia siempre es la misma... Tú ibas a ser el mejor novio del mundo hasta que te das cuenta que tu objeto de deseo no quiere enterarse de que sois novios//crack//rotura//vendaje protector. -Doctor, ¿como evito otra herida como ésta? -No se preocupe, todo lo que tiene que hacer es comportarse como un cerdo, y la gente perderá el interés en dañarle.

Los tíos sois unos cerdos, y las tías unas zorras. Me arrodillo ante el sublime conocimiento que emana de lo ordinario. Funciona en ambas direcciones, desgraciadamente, ambos sexos tenemos la capacidad de aprender inutilidades o, en el peor de los casos, aprender mal qué es lo que hay que hacer para encontrar a alguien con quien compartir el cuarto de baño el resto de tus días. Si te soy sincero, prefiero universalizar la comparación a algo menos insultante y más alejado de la zoofilia a la par que ajustado a la realidad: las personas somos como los puzles, lo divertido es juntar las piezas y siempre tienes que desarmarlos antes de dejárselos a otro. Así es que cállate la boca cuando te encuentres con un cerdo o con una zorra y no te quejes, porque seguro que alguien se está tropezando con los puzles que has ido dejando tú por el camino.

domingo, 21 de agosto de 2011

Jeremías y Tomás









One of the drawbacks of meeting new people that you really like, is that they make you dislike even more those ones you already hate...

These two asshole can help you to see the entire picture.

domingo, 14 de agosto de 2011

Harbour Bridge





Porque la soledad es una actitud.

Porque me has hecho llorar esta tarde.

Porque me faltaba el tiempo y me sobraba la ropa.

Porque cuando me siento bien tengo miedo.

Porque se me acabó la batería.

Porque nunca te lo digo, y si te lo dijese, nunca te lo diría lo suficiente.

Porque éramos tres y yo no contaba con el tiempo.

Porque me daba pereza.

Porque no se qué es peor señal, ser cada vez más exigente, o serlo cada vez menos.

Porque todo a lo que le doy uso terapéutico es malo (el tabaco, pasear mientras llueve, este blog,...).

Porque tengo una cicatriz y no paro de tocarla.

Porque a ratos pienso que fue una suerte y a ratos pienso que fue una desgracia.




Quien diga que no se arrepiente de nada miente. Porque hay lecciones que no se necesitan aprender.

miércoles, 10 de agosto de 2011

25 cigarrillos III


Libros de autoayuda.

Es muy difícil escribir algo nuevo cuando se acumulan dudas. Las oportunidades... ¿Se buscan o se encuentran? No te precipites y piénsalo bien, porque la pasividad o actividad con que asumas tu existencia depende de la respuesta y ambas opciones arrastran unas consecuencias muy graves. Si marcas la casilla de la pasividad, si asumes que las oportunidades llegarán a ti cuando el destino así lo dicte, te lavas las manos, evades la responsabilidad de lo que te pase, flotas dejándote llevar... Pero sin responsabilidades no hay derechos, así es que no se te ocurra quejarte si no te gusta el rumbo que toman las cosas. Por otro lado, puedes asumir el papel activo de tu vida, puedes buscar tu suerte, con el consecuente miedo no tanto a fracasar, sino a ser culpable de tu fracaso.

A grosso modo, es lo mismo que ocurre cuando vas a la peluquería y tienes tu corte de pelo clarísimo, sabes lo que quieres porque sabes que con ese corte se van a acabar gran parte de tus problemas, vas a ser la persona que siempre has querido ser. El estrábico de turno termina y te das cuenta de que tu explicación y dos manos dignas de un paciente de parkinson te han dejado una peluca tal, que vas a ser la envidia de Ana Torroja... ¿A quién vas a culpar? ¿Actividad o pasividad? Y tú que te pensabas que esa pregunta sólo tenía sentido en un contexto.

Atiende a la clasificación definitiva porque no hay más que dos tipos de personas en este planeta: los que se reconfortan sintiéndose controladores y los que se reconfortan sintiéndose controlados. De aquí nacen el resto de casi todas mis dudas... ¿Cuál de los dos quero ser?

domingo, 31 de julio de 2011

25 cigarrillos II



Label/Etiqueta.

Creo que el término es perfecto, porque pone en relevancia la carencia de información que implica. Porque cuando vas a Zara y pillas unos vaqueros que parece que te van a quedar bien, antes de entrar en el probador, miras la etiqueta... Y en la etiqueta no pone nada relevante. En una etiqueta nunca vas a encontrar "estos son los pantalones que le van a gustar a tu madre", "perfectos para una primera cita", "se te van a romper los bajos cuando camines un día de lluvia", "le va a encantar el culo que te hace", "se te van a manchar de salsa en nochebuena". Si alguna vez has estado con alguien a quien conocías desde hace poco tiempo y en el transcurso de una conversación has descubierto algo que no imaginabas sobre esa persona, este post va dedicado a ti. A ti, que has repasado mentalmente las conversaciones que has recordado para ver si habías metido la pata, que has recordado los chistes que has hecho por si alguno podía ofenderle. A ti, que crees que ser gay implica llevar una cola de plumas de colores en la espalda, que ser sudafricano implica ser negro o que ser extremeño es sinónimo de saber usar un rastrillo y tener un móvil con antena. Precisamente porque las personas valemos más por lo que callamos que por lo que contamos, si vas etiquetando a la gente es porque las etiquetas funcionan contigo, lo cual no dice mucho a tu favor, porque, como te he dicho antes, en las etiquetas no pone nada relevante.


martes, 19 de julio de 2011

25 cigarrillos I


Cómo te digo esto sin que te duela. Es un hecho confirmado: puedes hacerte 20.000 km, puedes raparte al cero o tatuarte un cristo resucitado en el pecho, pero no puedes huir de ti mismo. Hagas lo que hagas, cuando lo hagas o donde lo hagas, vas a seguir siendo tú el que te vas a dar el coñazo, y he de reconocer, que eso me reconforta... Porque me gusto, qué coño, ¿para qué te voy a engañar?

Hace tiempo que vengo sospechando que la peor de las condenas del ser humano es desear. Es una trampa, es una droga y es una cárcel. Que me estirpen el deseo ya. Crecemos malentendiendo el significado de la palabra libertad, no se trata de poder hacerlo todo (no seas tan teen), se trata de no tener nada. Se trata de que todo lo que posees te ata, y la peor de tus posesiones es paradójicamente lo que no tienes, es decir, tus deseos. Por lo tanto (no hagas caso a lo que viene ahora, porque no lo voy a cumplir), hago una marca en el calendario tal día como hoy, porque hoy es el día en el que voy a hacer mi última elección: voy a escoger la libertad, voy a escoger la carencia de deseo que desprende la sensación de libertad, para poder ser yo mismo sin intentar cambiarme un ápice, que es lo que deseo.

domingo, 26 de junio de 2011

Love compilation o lo que nunca te dije.




It's a cool thing you'll never know all the ways I've tried. I guess, second best it's all I will know. At least I loved enough to hurt. I'm screeming I love you so, but my thoughts you can't decode. Should've known you'd bring me heartache, almost lover always do. We only said goodbye with words. Tu me enseñas que se puede querer lo que no ves. I know you well, I know your smell, I've been addicted to you.

 I hate to turn up out on the blue, uninvited, but I couldn't stay away, I couldn't fight it. Me desperté soñando que estaba a tu lado. Now, if we're gonna play these parts, look me in the eyes and tell me you're in love, I'm the only one, go on and lie to me. And now you got me thinkin' bout the first time that I met you, standin' in a crowded room and I could only see you. No entiendo mi vida, se encienden los versos, que a oscuras te puedo. Cómo decir que me partes en mil, las esquinitas de mis huesos. When I think about it, I know that I was never there, or even care. Y detrás de cada límite estoy.

martes, 21 de junio de 2011

*detalle


· Me empecé a relacionar contigo porque pensé que éramos iguales. *detalle: ahora me doy cuenta de que lo somos.

· Me enamoré fugazmente de ti en dos vistazos, sin conocerte, porque ibas a tener todo lo que yo necesitaba y me ibas a tratar como merezco, con inteligencia y sentido del humor, con esa carta de recomendación a corto plazo que llevas en tu cara. *detalle: alitosis quizás, discapacidad intelectual seguro.

· He acabado la carrera. *detalle: septiembre.

· Ahora mismo no estoy preparado para tener una relación. *detalle: contigo.

· Me lo he "quedao" en casa. *detalle: Extremadura.

· Hay matrimonios que acaban bien y otros que no acaban nunca. *detalle: Woody Allen, casado.

· Qué vergüenza, seguro que piensa que soy gilipollas. *detalle: no sabe que existes.

· Ya lo he superado // no me interesa // no le soporto. *detalle: ¿por qué hablas de ello?

· Soy una persona muy especial y muy exigente, tanto, que sólo me rodeo de un círculo muy selecto de personas tan guays como yo. *detalle: soledad.

· No lo pienses, verás que pronto te olvidas. *detalle: recuérdame que me olvide.

¿Realmente nos preservamos a nosotros mismos obviando lo que no queremos ver?

viernes, 10 de junio de 2011

Master Class




Me he dado cuenta con este blog de que formo parte de lo que critico. Los que me conocen saben que no me gusta la teoría. La teoría no sirve para mucho, no te va a salvar de cometer errores, no te va a enseñar a proceder. Por eso el talento está en la cúspide, porque es la capacidad resolutiva que te lleva al éxito en todas las situaciones. Pero claro, nos preservamos de practicar. Nos preservamos de practicar para evitar el fracaso, para no vernos a nosotros mismos rebajados a situaciones mundanas que pertenecen al resto y no a nosotros, que somos especiales. Y cuanto más especial te crees, más te pareces al resto. A lo mejor deberías empezar a preservarte de tí mismo, a ver si así descubres exactamente cuál es tu talento... Y si no sabes como hacerlo, puedes empezar por practicar. 

Así es que ya tienes deberes para esta semana. No estaría mal que la próxima vez que hicieses el ridículo lo hubieses provocado tú y no fuese un accidente que te pillase desprovisto. Y ríete un poco, anda, ríete que es como a la gente más importante le parece que estás más guapo.



*La foto me la ha prestado tylershields.com

domingo, 5 de junio de 2011

Fabulación Autobiográfica




He estado pensando en el tiempo que dedicamos a no vivir. En todas las veces que me he imaginado siendo quien no era, estando con quien no estaba, teniendo lo que no tenía. Hay un trastorno de la memoria que se llama Fabulación Autobiográfica, su diagnóstico es poco común. Lo padecen aquellas personas que tienen recuerdos de cosas que no han vivido, probablemente escenas de su imaginación, deseos o miedos, que por un fallo en su memoria pasan a convertirse en recuerdos. Siempre quejándonos de no poder atesorar como consumibles los mejores momentos de nuestra vida, para que cuando tengamos el día del revés podamos experimentarlos de nuevo como la primera vez, trasladarnos a ese mismo instante. Resulta que es posible que esos recuerdos no existan: que nunca lo hayamos sido, que nunca hayamos estado juntos, que nunca lo hayamos tenido. La vida sólo es bella cuando es efímera, cuando no te puedes parar a contemplarla dos veces. El resto del tiempo no vivimos, nos dedicamos a buscar más de esos momentos efímeros, nos dedicamos a confabular.

martes, 31 de mayo de 2011

Yonki del amor



"No importa de qué lado de la cámara estés, ya lo has vivido todo."

Déjame que te explique una cosa. Hace poco durante una clase en la facultad de Filosofía (a veces voy allí, porque me veo a mi mismo más guay si atesoro momentos en este tipo de sitios...) durante una charla sobre los medios audiovisuales y la manipulación, el ponente nos abofeteó con el siguiente comentario: "los valores se adquieren mediante la experiencia emocional". Resulta que llevamos años viendo cine y televisión sin usar preservativos, dejándonos enfermar por los medios de transmisión comunicación durante mucho tiempo, y lo peor de todo es que no nos estábamos dando la más mínima cuenta.

Que ya lo se, que hilo fino mis tapices argumentales, ahora te pongo un ejemplo para que lo entiendas: seis y diez de la madrugada, tú vas regulero de camino para casa (como no te ha dolido el ridículo que has hecho esta noche bailando Judas cual monster, no te van a doler las piernas) y cuando pasas por delante del Open25  te paras a mirar la escena dantesca para verte rodeado de walkers pegados a teléfonos móviles y trozos de pizza. Si tienes suerte, alguna rubia hay por ahí llorando. La culpa no la tienen ellos, pobres, la culpa la tiene Federico Moccia, Katherine Heigl y Jennifer Aniston. La culpa la tiene el chute romántico que te has metido desde Pretty Woman hasta Perdona Pero Quiero Casarme Contigo, que no sólo te han enseñado que el amor le sucede a todo el mundo y que los finales felices son sólo historias sin acabar, sino que te han hecho vivir la experiencia: oh maravilloso Noa, que estuvo escribiéndote cartas que tu madre saboteó y ahora que tienes alzheimer se interna contigo en el geriátrico apestoso abandonando a sus hijos, para recordarte lo cool que erais de jóvenes. Tú puedes distinguir realidad de ficción, pero tu cerebro no, segregando la feniletilamina correspondiente, que procesada te ha llevado a adquirir el valor de la generosidad amorosa a través de esa imagen donde Noa le limpia la baba que le cae a su esposa de su labio senil. Se acaba la película, se activa tu deseo: necesitas reexpirementar la sensación, esta vez a ser posible, sin cristal de por medio. Oficialmente, eres un yonki.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Spanish (R)Evolution

Para todos aquellos que no habéis entendido el resultado de las elecciones pasadas, dejadme que os cuente un ejemplo ilustrativo que os ilumine, como me iluminó a mi cuando me pasó:

El domingo pasado y de manera motivadísima me dispuse a votar. He de reconocer que tomé mi decisión definitiva practicamente a la entrada del colegio, lo cual ponía en evidencia el tremendo caos político-intelectual en el que yo, al igual que otros 35 millones de ovejas nos veíamos sumidas, debido a las manifestaciones tan recientes sobre necesidad de cambio con las que inevitablemente todos tenemos 35 millones de excusas para identificarnos. Así fue como tomé las papeletas correspondientes, las metí en sus sobres y me dispuse a verterlas en mi urna electoral (privilegio que a los jóvenes nos dejan hacer personalmente... Oh, qué guay) cuando, tras pasar la cola correspondiente veo que una señora muy señoreada (el calificativo es poco original pero apropiadísimo) hace una maniobra envolvente 3-14 para colarse tras de mí, posicionándose delante de mi hermano, el siguiente votante que tímidamente contemplaba la escena. Cuando mi trozo de papel higiénico fue introducido definitivamente en la urna ante mi mirada inquisidora, me acerco a la señoreada y se produce la siguiente conversación:

YO.- Disculpe, hay cola para votar.
SEÑOREADA.- Ya... Imagino que cada mesa tendrá la suya.
MI CARA.- O_O
YO.- Claro, y usted se las salta
SEÑOREADA.- Cuando he venido no he visto a nadie...

Ante el absurdo argumental, decidí contestar a esta estupenda dama con mi espalda, al tiempo que me dirigí a la salida reflexionando sobre lo estupendo que es ejercer tus derechos y responsabilidades civiles de manera incívica.

La mayoría de la población atribuye el éxito de la derecha a la mala gestión de la situación económica y social del gobierno actual, así como a una mayor predisposición de los votantes conservadores a cumplir con el cometido. Lo cierto es que, no ha triunfado nadie: han fracasado el civismo y la democracia. Definirse a uno mismo como buen ciudadano implica responsabilidad en el uso y respeto de las libertades en todos y cada uno de nuestros movimientos a lo largo del día, desde que abrimos la pestaña de buena mañana hasta que nos metemos en la cama (ahí si está justificado perder el civismo). Si nos colamos para echar un sobre en una urna, ¿no es hipócrita quejarse de que Camps gane las elecciones en Valencia?

domingo, 15 de mayo de 2011

Blog my mind

"La felicidad es esa mujer hermosa que entra en tu vagón del tren y que cuando te giras para volver a mirarla ya se ha ido"

Los domingos son de la filosofía. Hoy me escuchaba a mí mismo quejándome a un amigo sobre esa gente habla de la felicidad como una meta, como si eso tuviese algún sentido. Si la ira, la risa o el cansancio no pueden ser objetivo final, sino que forman parte del proyecto, la felicidad sólo tiene sentido como sensación, y como toda sensación se acaba pronto, lo suficientemente pronto para que no nos de tiempo a recrearnos en ella. Por eso, aunque nos cuesta reconocerlo, bajo las circunstancias más adversas y tristes podemos ser instantáneamente felices, porque la felicidad es como el ridículo, te asalta cuando menos lo esperas y te puede pasar en cualquier parte (sólo hace falta que haya gente alrededor). 

Ahora rebajemos el conocimiento a lo cotidiano para que se convierta en aprendizaje: levántate mañana (aplaudete el esfuerzo hasta aquí realizado) y mientras desayunas piensa cómo vas a mantener el equilibrio hoy, cómo vas a justificar los caprichos alimenticios que vas a tomar entre horas, cómo vas a ser amable con todos aquellos que no te apetecen y cómo vas a conseguir ir lo más guapo posible dentro de lo que las circunstancias te permitan. Probablemente no vas a hacer nada más importante al cabo del día que todo eso, precisamente porque es lo que te ha funcionado hasta ahora para encontrarte con la felicidad.